Lobos hambrientos tras los ramajes
Bestias y lunas desaguadas
Más adelante la noche y tus senos descubiertos
Mojados tal vez por ésta, mi lengua venenosa
…Ya empiezo a tocarte.
Dura y toscamente…
…Mientras la sangre hierve y purifica a las ranas del pantano.
Ya empiezo a olfatearlo
Empiezo a avistar su lánguida figura
Es la bestia suprema, ¡es el ángel caído! Es mi señor Lucifer.
Que busco justamente en las profundidades de tu boca
Esa boca negra y dulce a la que hoy me entrego…
…Hechizado, delirante…
Más canalla que nunca.
¡Qué bien!
¡Te oigo gritar!
¡GRITA!
¡GRITA!
Ya no tienes manos
Ya no tienes pies
La tierra se ha hecho
agua…
Entre un pantano caliente
Y ahora somos uno
Uno
Como el cielo y la tierra
Uno
Como el cuerpo y el crimen
Uno
Mi dulce vampira
Uno
Uno
Solo uno.